domingo, 15 de junio de 2014

¿A donde vá la gente cuando llueve?

Me acordé de repente de una canción de Pedro y Pablo. Son un dúo de genios que me encantan, no son para nada de mi época, pero nose, siempre he pensado que nací en la década equivocada. La canción pregunta ¿DONDE VA LA GENTE CUANDO LLUEVE?. 
A donde vamos cuando nos llueven los ojos, cuando las lagrimas se hacen parte de nuestra vida, cuando somos tan inestables que no podemos controlar las cosas que nos pasan y dejan de pasar. ¿a donde vamos? ¿a donde voy?.
Siempre he creído que las lagrimas son un modo de canalizar todas aquellas cobardías que no nos permiten ser, decir, hacer, gritar, mover y cuestionar. Son el modo en que dejamos que las cosas pasen sin meternos, sin demasiado touch. Hay días que me llueven los ojos y siento la sal, la amargura, la tristeza, la melancolía, el dolor. Hay días que el sabor cambia y se hacen mas dulzonas, como mas amorosas, mas alegres, menos equivocas. Esos días son los que me gusta llorar. Esos días siento que no tengo que abrir el paraguas, dejo que esa lluvia caiga sobre mi nariz de turca, sobre mis mejillas trigueñas, sobre mi ser herido, mi alma lastimada, mi corazón delator.  
La vida suele ser cruel con la gente que ama mucho, con los que vivimos con el corazón en la mano: tenemos la tendencia a que las cosas no nos salgan siempre como esperamos: la libertad se paga caro.
¿ A donde va la gente cuando llueve?. No vamos a ningún lado, es imposible escaparnos de nosotros mismos. No podemos hacerlo. No queremos hacerlo. 
Solo nos queda la dulce espera de pensar que la lluvia, fácil como viene, fácil se va. No hay remedio para ese mal llamado "llovizna". O lo aguantamos, o morimos en el intento. Hay días que prefiero lo segundo.
He tenido tanta nostalgia de escribir que lo he hecho sin borrador, al contrario de lo que suelo hacer siempre. Soy un poco desconfiada de las computadoras y siempre preferí hacerlo todo a mano. Esta nostalgia de escribir me ha hecho pensar en lo diferente que podría ser mi vida si hace un par de años hubiera escogido dedicar mi tiempo a los libros. Tal vez seria mas feliz, tendría menos presiones, tendría mejor mi vista, mis oídos, mi ser. ¿A donde voy cuando llueve?. Es fácil: me voy a un libro, el único amigo que me ha sido fiel la vida entera. Me voy a sus prólogos, a sus versos, a sus desenlaces. Me voy a ellos porque son los únicos en los que he podido encontrar toda mi vida consuelo, aliento, inspiración, alineación a esta desalineada Jose que hoy quiere que deje de llover, que ya se ha cansado de estas rejas, de esta estructura, de este no-ser todo lo que querría y no puedo, o puedo y no me animo, o me animo pero me cortan las alas. ¿Será que a toda persona que busca su libertad le pasa lo mismo? Pedro y Pablo por favor 
escriban una canción que me de una respuesta. Mientras, acá en este pequeño espacio en el que soy, en el que escribo cosas que seguramente pocos han leído, en el que hago catarsis de la manera que mejor me sale, en este espacio espero. Mojada y lluviosa, espero.







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