La pura verdad es que detesto esta época del año, porque es tiempo de auto evaluacion, de estudio, de finales, de planes no-realizados, de sueños no-cumplidos, tiempo de darme cuenta que al final, la gente no es lo que parece, las vidas pasan y pasan y el mundo gira sin piedad, las horas se mueven, los segundos no me perdonan...y yo sigo pensando en todo lo que pensaba hacer y no hice...en los besos que quise dar este año y no los di, por cobarde, por fiel, por imbécil...en todos las bocanadas de humo que día a día van ensuciando mis pulmones...en todas las ramitas que van atrofiando las pocas neuronas que aun siento latir...pensando en los recitales que fui, en los que me perdí por ser estudiante simplemente y no tener tanto dinero...
En todos los abrazos que me soltaron un lagrimon...en todos los amigos que extraño, en los extraños que alguna vez fueron mis amigos, en todos mis millones de primos que tiene mas y mas hijos para seguir haciendo gigante mi hermosa familia, para que esos nuevos pequeños sigan viendo a los primos mas grande hacer papelones en las reuniones de domingos, nos sigan viendo guitarrear y cantar todos muy afinados canciones que solo nosotros conocemos y solo nosotros las podemos cantar de esa manera. Pensando en los festivales que tanto amo, en los carnavalitos que hacen saltar mi corazón del pecho como un redoblante, recordándome que tengo espíritu norteño, recordándome las ganas que tengo de irme bien arriba, a tocar esas nubes de montañas de todos colores...a respirar ese aire que me devuelva la fe, la vida...que me devuelva las pilas para no sentirme tan vacía, tan nula, tan homogénea....porque la vida no me esta dando tregua, porque el corazón necesita a quien amar, amar y recibir amor...porque deseo esas nubes para recordarme que hay un Dios que me espera, al cual rezarle, al cual amarlo...esas nubes que me dicen que no importa quien me haya engañado o dañado, yo estaré bien. Y respirare al fin aire que me llenen de cielo los pulmones.
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